Relato Sinister.
Hace miles de años, cuando el hombre todavía no existía en la tierra, dos diosas estaban encadenadas; una ante la otra. La primera tenía un aura bonita, llena de luz y sus cabellos descansaban en el hombro. En cambio la otra, con los cabellos negros y cortos, tenía un halo misterioso y mortal.
Ambas
llevaban siglos atadas, sin moverse, sin decirse nada, sólo
mirándose, atrayéndose como un imán y un metal. Hasta que aquel
día no pudieron más. Rompieron las cadenas que las tenían ligadas
con una fuerza repentina y se besaron, haciendo caso omiso de la
profecía, que explicaba que cuánto las dos se tocaran, llegaría la
Apocalipsis.
Y
así fue. De su encuentro nació la destrucción de la naturaleza,
los dioses y diosas de la polución, una nueva raza: el hombre.
Relato Cotito.
Entonces descubres que tienes un nuevo libro en tus manos, qué sabes no será como aquel que acabas de terminar, que su trama será completamente diferente y que no encontrarás a aquellos personajes de lo que te enamoraste tan solo comenzar con el primer capítulo y mirarás la portada y no creerás que será tan bueno, que solo lo tienes porque tu amiga te insistió en que sería bueno, o porque en el colegio te han obligado a leerlo ya que te evaluarán por el o porque tu tía se ha enterado de tu amor por libros y ha querido regalarte aquel para que tengas uno más en su ya bastante grande colección. Irás al final solo para ver cuantas páginas tiene y volverás a compararlo con el anterior, son menos páginas, sabes que la cantidad no hace de un buen libro, pero siempre te han gustado los libros gordos. Volverás al principio y leerás esa primera página que contiene información que jamás dejas pasar, porque sabes que cada una de las personas que allí salen se esforzaron demasiado para hacer que ese libro esté en tu poder, que la portada no salió de una imagen de google, sino que fue de la jaqueca de una o más personas para hacer que todo el contenido se vea graficado en una sola imagen, porque sabes que la edición de ese libro fue hecha por alguien que tenía muchos libros más en los que trabajar, pero se dedicó a ese en específico, porque quienes lo tradujeron para ti, buscaron cada una de las palabras para hacer que nada cambie a lo que el autor quiso decir en su idioma original, porque aquella fecha será quien en un tiempo más convertirá el libro en una reliquia que más tarde harás que tus nietos lean. Volverás a cerrar el libro y suspirarás, porque sabrás que una vez que comiences no habrá nada que te detenga, que la trama te encantará quizás aún más que los anteriores y que cuando te des cuenta, ya demasiado tarde te detendrás y aunque quieras terminarlo con todo tu corazón para saber el desenlace, lo cerrarás y alargarás el momento porque sabes que llegado el momento no habrán más palabras, porque ese es su trabajo y sabemos que aún en contra de nuestra voluntad la amamos, porque es la encargada de darnos lo que con tantas ansias deseamos: el final. Sin duda no seríamos nada sin ella, todo gracias al final de la Historia.
Ambos me han gustado un montón. El primero me dio escalofríos... Sus pocas líneas se prestan para tantas reflexiones.
ResponderEliminarY con el segundo supongo que la mayoría nos sentiremos identificados. Resalto la parte en la que menciona el momento en que leemos acerca de las personas que participaron en la realización del libro, porque yo presto atención a esos nombres y a los que aparecen en los Agradecimientos.
Saludos. (;
Ahhh que lindo ver mi relato en esta entrada. Muchas gracias a ti por publicarlo y a las demás personas por leerlo. Como dice Carla creo que a muchas personas nos pasa eso y es que es la verdad. Espero que les guste y pues lo disfruten, a ver si ahora me paso a leer el de los demás. Saludos =D
ResponderEliminarMuchas gracias por publicar mi relato!
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